La propuesta de impuestos para el año 2025 confirma que la retención del ISR sobre intereses seguirá siendo del 0. 50%, igual que en 2024. El Congreso aprobó que este porcentaje se mantenga en la Ley de Ingresos, sin cambios en la forma de retención definida por la Ley del ISR. A pesar de que la tasa es la misma, esto no implica que el efecto en el bolsillo de los contribuyentes será el mismo que este año. El elemento que determinará si se paga más, menos o prácticamente lo mismo es la tasa de inflación anual. Según el nivel de inflación, el interés real varía, y esto afecta tanto al impuesto que se genera como al saldo favorable en la declaración anual.
Cuando la inflación es alta, el interés real prácticamente se diluye. Dado que la retención se realiza sobre el interés nominal, el ISR que se retiene puede ser mayor que el impuesto real a pagar, resultando en un saldo favorable más grande. Esto fue lo que ocurrió en años recientes con inflación alta. Mantener la retención en un 0. 50% se ve como una decisión responsable. Ayuda a evitar cambios repentinos y brinda estabilidad tanto a ahorradores como a instituciones financieras. Dado que se espera que el comportamiento económico en 2025 sea muy similar al de 2024, las variaciones en el impuesto anual serán mínimas para la mayoría de los contribuyentes.
Al final, aunque la tasa se mantenga sin cambios, el verdadero impacto dependerá de cómo evolucione la inflación y del rendimiento real que obtenga cada persona sobre su inversión.
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